+ ciclo improvisaciones

"Improvisar es un movimiento continuo, un recorrido en permanente cambio donde explorar se torna vertiginoso. Supone un juego de operaciones realizadas en el instante mismo. Intervienen la casualidad, la concentración, la síntesis, el azar, la incertidumbre, la repetición, la intuición, el error, la adaptación, el cambio, la deriva. Atrapar ese instante en su fugacidad es lo que nos proponemos en este ciclo".
Adriana Barenstein / Experiencias en Escena

martes, 25 de agosto de 2009

A PROPOS SATIE

"Me llamo Erik Satie como todo el mundo”


ERIK SATIE (1866-1925) atravesó el desolado camino con gran valentía moral y encontró una vía consistente hacia el futuro sólo después de dejar la Schola Cantorum en 1912, ya que era un hombre de ideas que cuestionaba cada aspecto de la heredada tradición decimonónica y rechazaba sus conceptos de expresividad romántica y desarrollo temático. Fue el primero en desafiar la persistente influencia de Wagner en la música francesa y también paso de largo sin remordimientos por el impresionismo y por las seductoras sonoridades de Debussy y de Ravel. En muchos aspectos, su reinterpretación de los conceptos fundamentales que subyacen en el arte deriva más bien de escritores, escultores y pintores más que de algún compositor, aunque siempre era importante para él seguir en estrecho contacto con sus raíces en la música popular.


Sobre SOCRATE

La princesa Edmond de Polignac, de soltera Winnaretta Singer, que disponía de una orquesta de veinticinco músicos, y de un salón de música en el hotel de su propiedad, situado en la avenida Henri-Martin de París, encargó algunas obras, por lo general para recepciones privadas, a Igor Stravinsky Renard (el zorro), Manuel de Falla (el Retablo del maese Pedro) y Erik Satie La vie de Socrate (La vida de Sócrates).



A pesar que la princesa estudiaba griego, Satie tomó la determinación de utilizar una versión francesa de los Diálogos, y escogió deliberadamente la versión “menos lírica” de las existentes, la del filósofo espiritualista del Segundo Imperio, Victor Cousin.


Satie escogió tres diálogos de Platón, El Banquete, Fedro y Fedón, y seleccionó seis fragmentos del primero, tres de Fedro y por último, trece fragmentos de Fedón.
Al limitarse a unir estos fragmentos de los tres diálogos, distinguiendo su procedencia y conservando su orden de sucesión originario, sin añadir una sola palabra de su cosecha, Satie obtuvo un tríptico que pretendía mostrar, a la manera de los antiguos retablos, tres aspectos de la personalidad y el destino del filósofo.


En la primera parte nos presenta su retrato, en la segunda parte, su estilo de vida, simbolizado por un paseo a lo largo de un río en compañía de un joven discípulo; en la tercera parte, su manera estoica de morir.


Para impedir toda identificación de los intérpretes con los personajes –el filósofo y sus discípulos-, Satie pidió además que el reparto se confiara preferentemente a voces de mujer: cuatro sopranos, si era posible, a fin de obtener ínfimas variaciones de matiz en una misma tesitura.
La música de Socrate, “blanca e inmóvil como la Antigüedad”, no sufre, a lo largo de todo el relato dramático que la acompaña, ninguna alteración de carácter emocional.

“Sócrates es, creo, la obra mas importante que Satie escribió. Pero no me sorprende que mucha gente no termine de apreciarla del todo, porque es absolutamente nueva y original. Su innegable helenismo reviste una forma individual que era desconocida hasta ahora. La naturaleza de esto es difícil de definir y, para poder comprenderla, uno tiene que tirar por la borda determinados prejuicios musicales” […]
Charles Koechlin


“Erik Satie”, ReM, 5 de marzo de 1924, pp. 193




Sobre ENTR’ACTE

“Erik Satie, señores, es más joven que todos ustedes, lo que dice es ingenioso y divertido, y no pontifica con tintura roja en su pelo ni con los labios pintados. Ama la vida, la vida más bien sencilla, se atreve a tomar, se atreve a escribir su propia música, y es un placer para él hacerlo sin preguntarse si gustará o desagradará a la izquierda o a la derecha. Se atreve a vivir por su cuenta, no se prohíbe nada, no le prohíbe nada a nadie, a diferencia de esa gente que se rodea de una selecta camarilla para proteger sus ideas tan vacías como el apretón de manos de un político.
Eric Satie es, en mi opinión el compositor francés más interesante de nuestro tiempo, y si colaboro con él en su ballet titulado Relâche, es porque eso es lo que pienso de él, y porque lo considero más joven y más vital que muchos jóvenes caballeros que planean poner la vida como globos aerostáticos.”
Francis Picabia
“Eric Satie”, Paris Journal, 27 de junio de 1924, pp. 1

“Cuando lo conocí a Picabia, me explicó que quería que se proyectara un film entre los dos actos del ballet, como se hacía, desde 1914, durante los intervalos de los cafés concerts. Y yo era la única persona en la casa relacionada con el cine, la única persona a la que podían acudir.
En cuanto al guión, Picabia sólo sabía lo que había escrito sobre una hoja de papel con el encabezamiento de Maxim’s, y grande fue mi satisfacción cuando, al presentarle el film completo, lo escuché reírse de lo que yo había añadido.
Y Satie, ese viejo maestro de la música joven, anotó cada secuencia con un cuidado meticuloso y así preparó la primera composición escrita para el cine “secuencia a secuencia”, en una época en la que los films eran todavía mudos”
René Clair
À nous la liberté y Entr’acte (London, Lorrimer, Lorrimer Publishing, 1970), pp. 108-11


- René Clair (1898-1981) es conocido como uno de los más grandes directores de cine. Su carrera comenzó con Paris qui dort en 1923, y continuó con el episodio cinematográfico entre los actos de Relâche. Esta fantasía surrealista concentró a muchos de los nombres más famosos de la París vanguardista, desde Marcel Duchamp y Man Ray hasta el propio Satie, que fue filmado disparando un cañón desde el techo del Théâtre des Champs-Élysées en junio de 1924. Clair por lo general escribía sus propios guiones, pero en el caso de Entr’acte un breve guión fue suministrado por Picabia. Clair era también un consumado periodista y actor -



Viernes 4 y 11 septiembre – 21.30 hs
Centro Cultural Borges
Viamonte esq. San Martín
Entrada general $ 20 y $ 15 con descuento para est. y jub.

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